Los adultos siempre están fastidiando con este asunto de la violencia. Y digo "los adultos" porque mis recuerdos de niña tienen un poco de eso. Un amigo, o yo no supe quién me regaló una linda metralladora que cuando disparabas sonaba como una cosa intergaláctica y a cada disparo cambiaba de colores... liiiiiiinda. Pero mi mamá tan juiciosa un día la desapareció, ella creía que yo era tan tonta como para no darme cuenta de que todo tenía que ver con los cuentos de la violencia así que la enfrenté y le dije que me devolviera mi pistola (tenía 4 ó 5 años) entonces ella soltó el montón de verbos acusativos contra mi juguete, la violencia, y me dijo que la pistolita no regresaría.
Pues qué poder tienes cuando sólo cuentas con 4 o 5 años de experiencia en este mundo... tuve que sufrir mi pérdida. Y siempre me pregunté qué cosa tan mala podría hacer mi pistolita de colores. Hoy lo entiend, tiene que ver con la visión adulta, un poco miope, sobre la violencia y su desarrollo en los niños, pero en aquel momento yo sabía que no iba a matar a nadie con mi metralladora, me daba remordimiento de conciencia cuando mataba hormigas, y sabía que lo que sucedía en tele era mentira y además no era bueno que la gente se hiciera daño, ya todo eso me lo había dicho también mi mamá.
Ahora leo
este artículo y me parece interesante traer el tema al frescolar. La semana pasada tuve un curso en la universidad sobre Videojuegos y Educación y por supuesto el tema de la violencia fue el primero que los estudiantes abordaron, ya que los videojuegos están demonizados por muchos adultos que, al parecer, nunca han jugado uno. Uno de los argumentos más impactantes que escuché en contra de esa demonización es que la mayoría de los títulos líderes en ventas son precisamente los no violentos.
Aquí pueden consultar las estadísticas.
Lo cierto es que estoy totalmente segura de que la violencia en casa es la que engendra la violencia en los niños, la hace madurar en la adolescencia y termina generando adultos violentos posteriormente. En el artículo se hace referencia a esto precisamente, lo guardo en este post por si no terminan de leer :
¿Dónde está el límite entre permitir que los niños se expresen y exponerlos a una violencia innecesaria? El psicólogo estadounidense Michael Thompson es el autor del libro
Criar a Caín: protegiendo la vida emocional de los niños. En su obra examina las contradicciones y presiones que se ejercen sobre los niños para ayudar a comprender el comportamiento de los padres.
El libro del doctor Thompson supuso un golpe para los padres que se sienten modernos frente a la infancia. ¿Por qué los niños se comportan tan mal en la escuela en comparación con las niñas? ¿Hay algún mal físico en los niños bulliciosos? ¿Si dibujan armas de fuego significa que quieren disparar a alguien?
"Lo que hace que los niños sean violentos es el trato violento que reciben, es ver a sus padres cometiendo actos violentos o a las pandillas violentas", explica.
Thompson llega a la conclusión de que hay una diferencia importante entre la exposición a este tipo de violencia real y la violencia imaginaria que es una parte natural del crecimiento; ya sea en el juego, en los dibujos o en las historias.
"Los niños, los varones en particular, juegan a cazar, perseguir, matar y morir desde el comienzo de la historia de la humanidad", dice.
"No existe una conexión entre los relatos de violencia y el cometer actos violentos. Si uno escribe una historia violenta, uno no va a terminar preso: va a terminar en Hollywood, escribiendo guiones de películas de acción".
Por primera vez en Colombia, la producción académica y científica se ubica en un solo portal y se ofrece en red gratuitamente a los navegantes.
