Cada vez más niños tienen su 'cole' en casa
Al principio no fue fácil. Los padres, Daniel Quiroga y Ester Galeote se lo anunciaron en la familia: el niño no iba a ir al cole. Y en su pequeño círculo ya se produjeron todas las reacciones que después se irían encontrando. A una de las abuelas le preocupaba cómo y qué aprendería el niño. Y para una de las tías de Pol el mayor problema era la socialización. "Los niños necesitan otros niños". Eso es algo que oyen a menudo los padres que deciden educar en casa.
Entonces llegan las respuestas: los niños escolarizados en casa no viven aislados, conocen a otros niños en el parque, a través de la familia y en las actividades de tarde. Tampoco van retrasados en el aprendizaje, al contrario, suelen adquirir habilidades adelantándose a su edad.
Ester lo explica: "hay personas que me dicen que mi hijo está siempre de vacaciones. Yo les digo que no, que mi hijo está siempre en el cole". El cole de Pol y de su hermano Nil, de dos años, está en todas partes. En la imprenta que compraron sus padres para que se interesara por las letras, en el mercado y en el campo.
Para Ester, que es profesora de Secundaria, la decisión de no escolarizar a sus hijos no se basó tanto en una desconfianza del sistema oficial como en una preferencia ideológica. "Como podíamos hacerlo, nos pareció mejor". Según su experiencia en clase, "los niños que de verdad aprenden son los que tienen a la familia detrás". Conocer a otros niños no escolarizados acabó de convencerles.
Su marido, Daniel, es fotógrafo freelance y trabaja desde casa. Es quien se ocupa de los niños por la mañana; las tardes son para ella.
Para los niños no escolarizados no existe la rutina. Los padres suelen esperar a que el niño muestre interés en algo para tratar el tema en todas sus vertientes, ya sean los piratas o la astronomía. Con chicos más mayores, muchas familias han optado por trabajar a partir de proyectos. Si el tema es Madrid, se trata de hablar de su historia, de las biografías de los personajes que dan nombre a sus calles, de su urbanismo y de su número de habitantes. ¿Saben los padres de todo? "Somos personas culturalmente curiosas y si no lo sabemos, nos informamos". Grupos como ALE (Asociación para la Libre Educación), con 130 familias afiliadas, ponen a los padres en contacto y facilitan su tarea.
En Estados Unidos, se calcula que el 15 % de los alumnos estudian en casa por motivos religiosos o pedagógicos, y en países como Francia o Gran Bretaña el fenómeno no está tan extendido pero sí regulado. En España, crece: las familias que educan en casa suelen ser más prolíficas y se calcula que más de 3.000 niños aprenden sin cole. Los padres reclaman menos inquisición y un marco legal que ahora no existe.
Un día aprendiendo en casa. En lugar de cálculo y psicomotricidad, Pol y Nil juegan con los guijarros, pintan murales y visitan una granja urbana en el barrio barcelonés de Sant Martí.
Edison descubrió la luz sin ir al 'cole'
Se calcula que Abraham Lincoln fue poco más de 100 días a la escuela. Tampoco la pisaron mucho Thomas Alva Edison, el inventor de la luz eléctrica, ni Pascal, ni Moebious, ni un largo número de escritores, y sobre todo las escritoras, desde las hermanas Brönte a Jane Austen.
Las asociaciones que se dedican a promover y facilitar la escolarización en casa suelen hacer un orgulloso outing de las figuras prominentes que les avalan.
No todos los escolarizados en casa pertenecen a épocas pasadas, cuando la no-escolarización era más forzada por las circunstancias que optativa. Las hermanas rusas Zsuzsa, Judit y Sofía Polgar, que se destaparon como fenómenos mundiales del ajedrez a principios de los 90, nunca fueron al colegio. Sus padres, ambos pedagogos, las educaron en casa.
Fuente www.diarioadn.com
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