Sin planeta no hay economía que valga
Educación y trabajo se articulan para dar vida a estructuras sociales que potencian la economía pero de qué sirven si consumimos el planeta? Es por ello que traigo a mi frescolar al señor Gore...
“Si se funde la mitad de la Antártida, Wall Street quedará sumergida bajo el agua”, ha añadido. Tras las previsiones agoreras, el político demócrata estadounidense ha destacado las oportunidades económicas que abre el fenómeno climático: Puestos de trabajo de calidad, mejoras en la eficiencia energética, inversión en investigación tecnológica, etc.
Según ha contado, en chino y en japonés, la grafía de la palabra crisis está compuesta por dos ideogramas: uno significa ‘peligro’ y el otro ‘oportunidad’. Son precisamente estas dos situaciones las que deben afrontar las empresas en el contexto actual. Se trata de inclinar la balanza hacia el lado de las oportunidades. Deberían aprovechar el cambio climático para dar un salto enorme en el mundo de las tecnologías y, por qué no, para sacar tajada.
Según Gore, “Muchos líderes del mundo de la empresa ya han visto una oportunidad y, los que no, tarde o temprano lo pagarán”. Ha puesto el ejemplo de la industria automovilística. Toyota y Honda, que producen coches energéticamente eficientes, mejoran sus resultados ejercicio tras ejercicio; mientras que General Motors y Ford siguen inmersos en la recesión.
El sector que más puede ganar con el cambio es, obviamente, el energético. “Muchas de nuestras tecnologías tienen más de 100 años y son realmente ineficientes. Por el contrario, las energías renovables están en su infancia y tienen un futuro realmente prometedor, que creará muchos puestos de trabajo”, ha añadido.
“Además, (y pide perdón por hacer una referencia religiosa al Génesis de la Biblia), las empresas deben sumergirse en esta lucha porque cuando uno se compromete a algo, la providencia también se mueve”.
Fuente: Igooh
Foto: Time
“Si se funde la mitad de la Antártida, Wall Street quedará sumergida bajo el agua”, ha añadido. Tras las previsiones agoreras, el político demócrata estadounidense ha destacado las oportunidades económicas que abre el fenómeno climático: Puestos de trabajo de calidad, mejoras en la eficiencia energética, inversión en investigación tecnológica, etc.
Según ha contado, en chino y en japonés, la grafía de la palabra crisis está compuesta por dos ideogramas: uno significa ‘peligro’ y el otro ‘oportunidad’. Son precisamente estas dos situaciones las que deben afrontar las empresas en el contexto actual. Se trata de inclinar la balanza hacia el lado de las oportunidades. Deberían aprovechar el cambio climático para dar un salto enorme en el mundo de las tecnologías y, por qué no, para sacar tajada.
Según Gore, “Muchos líderes del mundo de la empresa ya han visto una oportunidad y, los que no, tarde o temprano lo pagarán”. Ha puesto el ejemplo de la industria automovilística. Toyota y Honda, que producen coches energéticamente eficientes, mejoran sus resultados ejercicio tras ejercicio; mientras que General Motors y Ford siguen inmersos en la recesión.
El sector que más puede ganar con el cambio es, obviamente, el energético. “Muchas de nuestras tecnologías tienen más de 100 años y son realmente ineficientes. Por el contrario, las energías renovables están en su infancia y tienen un futuro realmente prometedor, que creará muchos puestos de trabajo”, ha añadido.
“Además, (y pide perdón por hacer una referencia religiosa al Génesis de la Biblia), las empresas deben sumergirse en esta lucha porque cuando uno se compromete a algo, la providencia también se mueve”.
Fuente: Igooh
Foto: Time
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