10.10.07

Cuando leí a Isabel Allende

Últimamente me han pasado cosas interesantes con respecto a mi formación, he ido y venido visitando mis bases intelectuales para investigar sobre los cimientos a ver qué puedo construir... y me encontré de nuevo con Isabel Allende.

Leyendo la DW encontré esta entrevista. Cuando vi la fotografía recordé lo que aprendí leyendo sus libros: ella es una venezolana re-encauchada que a través de sus novelas me enseñó lo aprendido en Caracas, el desenfado, la naturalidad, entre otros. Quizás ella mejor que nadie ha sabido sacarle partido a su andinidad como chilena mezclada con el calor y la espontaneidad venezolana.

Mientras pensaba todo esto recordé una frase que dijo uno de mis profes en estos días: los conceptos son como la leche pasteurizada, tienen fecha de caducidad... luego dijo otra: no escriban para la academia, a ella no le importa lo que ustedes quieren decir. Luego en mi frescolar de la S.I. mis compañeros, muchos de ellos académicos de verbo, armaron un debate que a mi me enseñó muchísimo, pero que yo nunca habría podido armar, no lo sentí, ... no hay pasión.

Isabel Allende, para muchos de mis amigos inteligentísimos y que saben mucho más que yo, es una escritora para plebeyos intelectuales, yo dejé de leerla porque pasé esa etapa de vida en donde sus palabras hacían mella. Hoy cuando leí la entrevista la mezclé con la búsqueda intelectual que he emprendido, con las frases de mis profes y el debate de metodología, le saqué una radiografía a mi gochitud y finalmente concluí que mi camino intelectual o académico tiene que ver con la pasión, si no hay pasión me niego transitarlo.

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